Toda transacción inmobiliaria acarrea consideraciones legales de la mayor importancia.

Es preciso adelantar una negociación eficiente, suscribir diversos documentos contractuales, dar cumplimiento a formalidades de ley, estudiar títulos de propiedad, solicitar y emitir pólizas de seguro para la protección de dichos títulos y efectuar, con todo rigor, los cierres de las transacciones, entre otros.

Ahora bien, cuando una transacción inmobiliaria es realizada en los Estados Unidos por un inversionista extranjero, las consideraciones legales que requieren atención son aún mayores.

Las inversiones inmobiliarias realizadas por extranjeros requieren, como primera medida, de una estructura legal y corporativa que, dependiendo de cada caso particular, podría implicar la necesidad de crear sociedades comerciales locales en Estados Unidos e incluso en jurisdicciones offshore con regímenes tributarios más benévolos.

La creación de sociedades comerciales para realizar las inversiones inmobiliarias por parte de extranjeros resulta de la mayor importancia. Estos vehículos de personalidad jurídica se utilizan para limitar la responsabilidad civil personal de los inversionistas y separar su patrimonio propio de aquel empleado para hacer la inversión en los Estados Unidos. Además, las sociedades comerciales permiten maximizar ciertos beneficios contables para reducir la carga tributaria.

Es particularmente importante el asunto de la onerosa carga tributaria generada por los impuestos de herencia estadounidenses. Sin todo un esquema legal adecuadamente establecido, que involucre, según cada caso, una estructura de protección patrimonial con sociedades comerciales en EE.UU. y en jurisdicciones offshore, así como otros documentos jurídicos de importancia como, por ejemplo, un Trust, los inversionistas extranjeros y especialmente sus herederos podrían quedar enormemente desprotegidos. 

Es por todo lo anterior, entre otras razones, que una asesoría legal altamente calificada, profesional y personalizada resulta de vital importancia al invertir en inmuebles de los Estados Unidos. Y es por ello también que un inversionista no debería tener a su lado simplemente a un corredor inmobiliario, sino una firma de corretaje especializada que, como DGS REAL ESTATE,  brinde asesoría integral que abarque, solucione y controle todos los aspectos legales, tributarios y contables al momento de invertir.

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